Levanta la mirada y toma todos esos sentimientos que te invaden en este momento y ¡grita!, grita tan fuerte que no quede en ti el más mínimo aliento, saca todo ese sentimiento que te agobia, mientras gritas piensa en cada palabra, cada acción, frustración o miedo que puedas tener, desborda en ese grito todo lo que quieres decir y hacer, deja todo en un solo instante y momento de euforia, deja que tu alma se descargue, vibra con el sonido que sale de ti, piérdete en medio del grito, libérate y retoma el aliento, vuelve en sí y suspira, respira una vez más y simplemente vuelve a empezar.
¡GRITA!
Actualizado: 25 abr 2024
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