Ayer dijiste tanto sin decir nada, tus ojos, tu mirada abrieron esa ventana y mostraron todo lo que tu boca caya, lo que tu corazón siente y lo que tu cuerpo anhela, mostraron ilusión y una profunda tristeza, montaron anhelo de que quien estuviera presente fuera alguien más, fue muy evidente que me mirabas, pero no me veías a mí, mientras mi mente y mi cuerpo solo te deseaban a ti, Ayer entendí que más allá de lo vivido esta lo recorrido de sus manos por tu cuerpo, la huella de su piel no se borra, sus caricias y besos no los podrás remplazar y siempre los guardaras. Ayer deseaste que yo fuera alguien más.
No sé por qué quieres mis palabras, no sé porque te gusta leerme, entrego tanto por medio de mis letras, pero en ocasiones no entiendo el fin, cuál es tu fin.
Cuál es el fin de seguir en este juego sin destino, sin control, donde al final es un juego, hay días que ganamos y otros que perdemos, días en los que nos divertimos en los que volvemos a tener fe y días que no queremos saber más de lo que este juego es.
Piérdete en el eterno silencio de tus pensamientos, desnuda tus sentimientos y desbórdalos como cascada, desenreda ese dolor que aprietas y no quieres soltar, borra de tu cara esa mirada y ese anhelo de volverla a besar, guarda esos recuerdos tan lindos en el baúl de los recuerdos eternos, no los olvides, pero no los saques cuando tienes al frente un nuevo comienzo y aun que ese comienzo no es eterno o permanente, ten en cuenta que si es el comienzo de un nuevo recuerdo, porque el recuerdo de ese instante no es solo para ti es para quien compartes ese instante, es inevitable comparar pero a la próxima intenta mejor disimular, no sabes cuento cuesta darse cuenta que yo estoy presente pero que tu no estas.
Hacemos tanto por los demás que en ocasiones nos falta darnos a nosotros mismo lo que nos merecemos.
Ya me despedí una vez de ti, ya te quise, ya te odié, ya te disfruté, ya te lloré, ya demolió, en mi está el poder de decidir qué parte de ti quiero recibir, que parte quiero tener presente, pero por como eres y como soy la mejor forma es tenerte ausente.
La profundidad de una simple palabra puede arraigarse en los más profundo del sentimiento, es decir tanto en dos versos, es dar el poder y el valor que nos has dado con los hechos.
Comments